domingo, 13 de septiembre de 2009

Deseos de un Árbol.

Un parque grande escondido entre edificios bonitos, yo y mi bicicleta preferida pasando por la calle del lado, soledad, puta está tarde y me van a atracar, frío, más soledad, noche, muy de noche, noche densa, calle densa, parque denso, ciudad densa, puta está tarde y me van a atracar.

El parque está bien iluminado… la manga está bien verde… es un parque típico de conquistadores, perfecto para hacer sus vainas ilícitas sin que nadie te joda, la ciudad no contada es más bonita que la que sale en El Colombiano, es mas densa, ciudad densa, puta está tarde y me van a atracar.

Hay una parejita, que cosita tan bonitita, están apoyaditos en el arbolito que está al ladito de aquella piedrita grandecita, se están dando unos besitos, están pasándose babitas, se están dando cariciecitas cariñositas, amorcitos, más amorcitos, un cigarrillito cogidito de la manito de la muchachita enamoradita, una mordidita de labiecitos, una miradita con recelito hacia mi, como desconfiaditos de mi, una sonrisita de mi personita, otro besito, avanzo un poquito en mi bicicletita, nochecita densita, parquecito densito, arbolito densito, piedrita densita, manguita densita, callecita densita, ciudadcita densita, parejita densita, besitos densitos, amorcitos densitos, diminutivitos densitos, putica está tardecito y me van a atracar.

Aquí todo está hecho de amor, de amorcito densito que se derrama por las babitas, por los besitos, por la luna menguante que rompe el cielo y convierte a todo en insignificante, se derrama por aquel árbol testigo de tantas cosas, de tantas personas, de tantos besos, lágrimas, marihuana, navajas, de tantas Medellines que pasan a diario por ahí.
Esos árboles conocen mejor a la ciudad y aunque no sean protagonistas, son los que le dan el drama a los días, los que le pueden dar un aire alegre, triste, bohemio, somero, o simplemente aire que respiramos cuando hacemos esos suspiritos que nos hacen sentir vivos, o menos muertos.

Árboles que conocen niños desde que están en la barriga de sus mamás, que les sirve de escondite cuando trepan sobre sus ramas, que les dan sombra cuando leen sus primeros libros, que los escuchan cuando componen sus primeras canciones, que los cubren cuando fuman sus primeros cigarrillos, que brindan con ellos cuando toman sus primeras cervezas, que son el escenario perfecto cuando dan sus primeros besos, cuando dan sus primeros amores, que sirven de acompañante cuando las soledades y desamores, que son confidentes, y que ven pasar después a sus hijos, sus nietos, su perro…
El árbol es testigo, nosotros nos vamos, ellos se quedan más rato, ellos conocen más gente, ellos viven más, ellos saben más.

Yo quiero un árbol de esos que tengan hojas amarillas, uno con el que me pueda acostar a cantar tangos desgarradores y de corazones rotos, uno que sea alcahueta con mis hijos y no me cuente cuando lleguen borrachos a la casa, uno que me haga compañía y que sea testigo cuando me vuelva a enamorar de alguien que sea capaz de amar a este boludo que lo único que hace es soñar y escribir. Quiero un árbol denso para mi, que me cobije mientras doy besitos densos, mientras escribo poemitas densos, mientas toco acordes densos, mientras digo puta está tarde y me van a atracar, mientras describo situaciones con puros diminutivos, mientas me vuelvo un boludo más denso.

4 comentarios:

  1. que docil es tanta densidad,
    ya sabes lo ques iempre pienso aveces sobran las palabras como hoy, aveces solo hace falta recordar los olores de licor en la cama con el corazon en la mano y las esperanzas al aire en una noche de sabado a las 2 de la madrugada...
    que alcachuetas son los arboles

    ResponderEliminar
  2. Noooo diminituvos nooo
    (aunque la historia es bien)
    Pero diminituvos!

    ResponderEliminar
  3. Oooo!
    Quiero un árbol Rojo!

    ResponderEliminar