miércoles, 8 de diciembre de 2010

Uno. Sol.

No sabría decir si la resaca de hoy es de licor o de amor, digamos entonces que para mí se siente muy parecido, es el mismo desdén por la vida, el mismo temblor de mis dedos para agarrar el vaso, el mismo aliento a cigarrillo y el mismo color de ojos afectados por la sangre inyectada allí.

Claro, predecible es que cuando me miré al espejo tenía la sonrisa empapada de las ganas que aún tenía por Isabel y aguantándome las ganas de un vómito que apareció inminentemente un minuto después. Sorprendente es que aún ahí no había bajado de esa nube donde ella me tenía jugando a ser Dios (espero a Dios no le importe, espero Dios no me lea). La golpiza la sentí cuando le escupí a mi reflejo una saliva fragmentada, efervescente como el Alka-Seltzer que tenía servido hace rato; cuando la sonrisa se me desdibujó y dije: “Mierda, volví a perder”.

Hoy es un Sol, un Sol brillante, pero un Sol menor.

Todo me parece ya tan estúpido como yo, estúpida la idea de otro diario con mis debilidades, estúpida la sensación de ser el más miserable de todos, aún sabiendo que hay muchos peores que yo; estúpido tener la certeza que fueron mis errores los que me tienen así, y estúpido ese sol que no sé por qué brilla tanto hoy: si por una burla hacia mí, o por si fue lo mejor, o si me esperan cosas mejores (teniendo también la certeza de que a ella le pasarán cosas mejores) o si es la calma tensa de la que tanto hablo antes de la tempestad, o si simplemente no significa nada y yo estoy muy mal.

Ella me advirtió al principio que no la amara, y yo como buen idiota la amé, o la amo, no sé.

Prefacio.

Todos lo sabíamos, ¿Cierto?
Todos sabíamos que volvería aquí, a páginas oscuras cargadas de tristeza como los naranjos en verano; lo que nadie se suponía (ni siquiera yo, debo admitir con desazón de ese que te parte el corazón en pedacitos pequeñitos) es que sería tan rápido.
Esto es todo lo que tenía por decir hoy, no sin antes hacer hincapié en los tragos que bebí esta noche pensando en ella, pensando en el sabor que traen esas copas plásticas y esa cerveza de etiqueta roja, ese amargo que me parece dulce cuando lo contrasto con la mezcla de sus dos lágrimas, las tres mías, y ese sollozo final que solté después que el taxi dio vuelta en la esquina.
Yo no quería otra historia para acá, pero bueno, no se trata aparentemente de lo que yo quiera, y sin más ni más, por ahora dejemos descansar el sueño del amor, por ahora soñemos solo a ser Nobel de paz.

Como es nuevo para mí, decidí terminantemente el método para ella, no solo porque dejo los cambios repentinos de tercera a primera persona (sin dar a fácil comprensión si se trata de una carta dirigida o un memorial de agravios catártico) sino porque también planeo hablar con nombre propio, sin esconder ni maquillar solapadamente lo que pasó (eso es porque por primera vez, no me arrepentí). Eso sumado a otros tantos deseos de cambio que me vayan surgiendo o que ya lo hicieron pero a los que no me puedo comprometer, como es el caso de la rima, pero esa es una pantomima mía que muy difícilmente pueda erradicar.

viernes, 6 de agosto de 2010

Fin.

Matémoslo hoy… si… igual está moribundo.
Que pereza ser tan clichesudo, hay que matarlo, hay que matarme y matarte, Laura.
Ésta vez sí es de verdad, no voy más, terminó.
Hoy es el final del memorial de decadencia de Pablo, y el final de Pablo mismo.
Sin descartar nada ni nadie, un último solecito, un último cigarrillo, un último tintico…
Buena suerte a todos, chau, adiós (...)

miércoles, 4 de agosto de 2010

Hierba Hervida.

Y yo acá plantado, como una casa sin cama, o como una cama huérfana de casa que espera a que alguien se acueste en ella o siquiera le ponga un par de almohadas de compañía…
Fúmate una hierbabuena, préndele candela al colchón.
Me sacudo como un perro recién mojado,
Me curo las heridas con alcohol etílico no físico y cual futbolista después de una caída fuerte,
Hago teatro en el suelo, me sobo la pierna, me paro, cojeo, pero finalmente llega el heroísmo y vuelvo a jugar.

Mente en blanco, sin mente, tentado por oler de ese talco de Dios que acá en Medellín abunda como la lluvia y que por cierto es blanco.
Blanco como aquellas zapatillas,
Blanco como las florecitas,
Blanco como las nubecitas.

Con los ojos abiertos, el pasado está sobrepasado, hoy solo hay bendiciones, buenos augurios, nuevos comienzos, futuros anónimos y esos celos que les tengo a los pájaros que andan volando sin preocuparse por ningún Dios.

Hoy solo soy yo, la hierbabuena, el colchón que quiero quemar, la 65f, el septiembre, el gemido de los autos, el futuro anónimo, un nuevo había una vez, un nada de descartar, un solo despertar, una nueva introducción, un nuevo hola, ¿Como te llamás?

lunes, 26 de julio de 2010

Entre la Sinestesia y el Vicio.

Pablo lleva ya cerca de un año vagando, divagando y hablando en gerundios inconclusos en mañana o en cuando pueda, en cuando deba o cuando quiera. Ésta vida no le importa de a mucho, no quiere más que caminar con su fiel soledad, su Laura, por allí por calles angostas que huelen a 17 de diciembre o a 15 de febrero mientras olvidan juntos el julio de este año que como para variar no le sentó bien.
Anoche Pablo llegó a casa.
Anoche Pablo encontró la casa sola.
Anoche Pablo compró cigarrillos.
Anoche Pablo se fumó sus cigarrillos
Anoche Pablo siguió embriagándose
Anoche Pablo vomitó, y luego intentó llorar para no perder la costumbre.
Anoche a Pablo no le salió ninguna lágrima, cosa que ya es costumbre.
Anoche Pablo se sentó a mirar las lucecitas de la ciudad bailando como luciérnagas, dándole la espalda a lo que pasó por provocación u omisión;
Espalda como la tuya con la piel avícola, que se contraía y expandía,
Afectada con la rubefacción provocada por la manga que arrancabas con una dicha implícita, mientras volvía y se contraía al amaño de mi portaminas que bailaba al son del silencio, ese mismo portaminas con el que ahora escribo.

Me escribo, te escribo.
Sabiendo sin querer saber que me leerás y te leerás, y que toda apreciación que tengas la callarás, cosa que agradezco porque la gente que habla mucho la detesto,
Tanto como detesto este portaminas made in china
Igual que los zapatos que traía ese día,
Zapatos que me quité mientras estabas encima
Y que quisiera se me extraviaran bajo tu cama.

Pero no más, ahora este mancebo camina por calles llenas de mancebías con nenas fáciles de esas pecosas voluptuosas y pelinegras mientras en mi cabeza retumba la canción de los buenos borrachos.
En estos tiempos donde el hipérbaton se confunde con solecismo, no queda más que andar con mi alter ego, parpando argot, ensimismándome, sumando restas, pues mi miseria es mía y eso nadie me lo quita.
Ahora mi supuesta soledad está supuesta a los días donde tachaba los días en el calendario, esperando esperar… ahora después de mi supuesto sin vos sigo y seguiré con vos, sin suponer supuestos, ahora sin revivir mi pasado y sin condenarte a morir para mí en él.

“el aniversario de la soledad.
La liturgia de las despedidas
la bala perdida que viene por mí,
la nostalgia que amarga la huida,
la banda sonora de lo que viví.”


Ahora no queda más que cerrar mis ojos medio rotos por otro supuesto fracaso más para la lista y volver a comenzar.

-Hola, soy Pablo… Y vos futuro, ¿Cómo te llamás?

miércoles, 21 de julio de 2010

Suscitado Ando.

Caminando ando, soñando, estando, ahí en ese sitio que no me trae más que malos recuerdos adornados por una que otra sonrisa de esas que solo me salen cuando me lo propongo. Ojos abiertos, viento en mi rostro, todo bien, nada bien, no importa, me da igual lo que pueda pasar acá.

Y allí, en aquel prado medio crecido, entre el barbullo de las 12:30, entre el smog y la brisa, entre los gritos de los autos y las risas de los pájaros estás vos.
Mierda, siempre estás vos.
Ahí, en esos árboles que me decías solo visitas cuando todo no está bien… te acompañaba un cuaderno de nosequé, y yo como medio aquí y medio allí me quedé ahí plantado en medio de esa escena, contemplando de reojo ese rojo de los hilos de tu vestido que hacen juego con los de tu cabeza y que me cuesta trabajo creer que es natural.
Acto seguido, esa imagen suscitó en mí esa sensación de todo está bien que ayer mismo despertaste cuando con mi cabeza gacha me fijé en esas zapatillas blancas de princesa y en el pedacito de piel de tus pies que apenas y se asomaba.
Mi nuevo color favorito es el de tus pies, y el segundo el de tu cabello.

Escribir agota, esclaviza… es como droga para el drogadicto, cielo e infierno. Por eso es que decidí hacer esto sin que ningún verso me saliera en prosa y terso, para que como vos decís, me desahogue todo y entero. Claro está, a veces es mejor dejarlo fluir y dejarse ir.
Me prometí no volver a escribir varias veces atrás, pero es como decirle al hambriento que no coma.

Caminando ando, soñando, estando, ahí y mierda, siempre estás vos

martes, 13 de julio de 2010

La Cobardía de Gastralgia y Migraña.

Un mediodía sin sol me presiona contra el mundo a darle la cara y responderle quién soy; yo, que había evadido en varias ocasiones esa pregunta, tuve que sentar cabeza y dejar de huirle a la vida… finalmente, si me le paso a la vida huyéndole muy seguramente mande a la muerte para que haga su trabajo, y esa nunca falla.

El mediodía sin sol me puso frente a ti, y aún así huyo. ¿Por qué? No importa mucho, es solo que no quiero que nos hastiemos de esto.
El mediodía sin sol no me sienta bien, me hace quedar como un cobarde con gastralgia en la cabeza y migraña en el estómago. Me hace querer gritar a todo el mundo cuanto lo odio y cuanto los amo… cuán filántropo y cuán apático soy, cuanta cursilería cruda soy capaz de escupir por ese orificio que sale bajo mi nariz.

Todos tienen una versión distinta de Pablo, tanto que ni siquiera yo creo tener la correcta. Aparezco en la vida de la gente de distintos olores, colores, sabores, tamaños, precios y nombres… aparezco como se me de la gana de mostrarme, fingiendo ser por querer ser lo que no soy, negando ser por lo que me da vergüenza ser, siendo lo que quiero ser sin darme cuenta, o simplemente siendo sin la presión de si me aceptarán como soy.

Para mí soy algo así como un perrengue prudente y reprimido, una eufonía cantada por la más fea de las cantantes, el periódico de ayer que es el hogar de los que hoy llevan su casa a cuestas, un acorde invertido, un piano sin quién lo toque, un balón sin quién lo patee, un septiembre que le dice cosas lindas a mayo para que salgan por ahí, una cerveza regada por el borracho que siempre sacan del bar, un viernes por la noche aburrido, una idea que nunca se pensó, un vicioso que fuma amor.

Yo soy como un perro andaluz que recorre las calles solo para olerlas, soy como esa viuda quinceañera que tiene otra oportunidad, como ese vendedor de flores al que nunca le regalaron una, como un café parisino que no ha presenciado un beso.

A mí, a Pablo, me gusta silbar canciones que el viento ya se llevó, me gusta organizar mi baraja de póker para matar el tiempo y que el tiempo me vaya matando a mí, me gusta mirar por la ventana las lucecillas psicodélicas de la ciudad y me gusta acariciarme los brazos antes de dormir.
Detesto los domingos por la mañana en el cementerio, el ron que no está añejado, los libros con finales predecibles y secarme la cara con una toalla que ya esté mojada.

¿Quién soy? Soy hoy, soy la cobardía de gastralgia y migraña, soy el mediodía sin sol… pero pregúntame mañana que es miércoles común y atolondrado, y muy seguramente me describiré con monosílabos peyorativos, o con adjetivos de esos bonitos, de esos de los que muchas veces te digo disimuladamente a vos.

viernes, 9 de julio de 2010

Rimando la Madrugada del Viernes.

En mi mesa de noche no hay más que un portarretratos vacío esperando a que alguien lo llene, una brújula que solo indica al sur, un poema mediocre que escribí anoche y una lamparita que en éste momento me da luz.

En mi cabeza no hay más que fotografías de paisajes sin color, sueños tímidos y ruidosos para variar mis noches de finales estrepitosos; alegrías perdidas por los suburbios de la desesperación y recuerdos que se escaparon de la cárcel del olvido para recordarme qué es el amor.

Ahora que todas mis canciones se resumen en do re mi fa sol, en bla bla bla bla bla con dolor, ahora que soy mi verdugo y el papel es la tarima sobre la cual mi cabeza rodará, ahora que me siento como pescador sin su balsa y como punkero en una iglesia cristiana.

Y éste niño crecido que primero fumó habano y luego cigarrillo se inventa mil y una historias para entretenerse a sí mismo, extraña esas noches de sueño corrido, quiere salir de una vez de ese laberinto de espejos en el que nadie sabe como se ha metido.

Su única salida es esa, inventarse escritos que riman para drenar su mente y actuar sin ella, saludar desconocidos en la calle para que le cuenten historias de la Medellín de los ochentas, gritar, escuchar, odiar, recapacitar, amar.

Ahora lo único que quiero es que todos mis poemas sigan inundados de vos, nena unknown, de descripciones detalladas sobre tus sonrisas y tu forma de decir adiós; que en mis canciones tu trompeta tenga un solo y que invites a tu amiga la pianista para que nos siga con la melodía mientras cantamos cualquier estribillo rebuscado con letras optimistas.

jueves, 8 de julio de 2010

Epígrafe de un Solecito tímido.

El día está algo nublado, debe ser que Amarilla estuvo fumando mucho hoy, o que volvió a quemar su colchón después de emborracharse mucho. No importa, no quiero pensar más en ella, no me hace bien y se supone que ese pasado lo quemé hace ya un par de semanas.
El día está para escuchar canciones tristes de tristes drogadictos, acordes menores, pianos desafinados, voces roncas, coros tenues, y el cielo como que aplaudiendo empieza a llorar.
Yo en solidaridad con la calle me mojo también, escondiendo mis lágrimas, o mejor, diciéndome a mí mismo que lo que hay en mi rostro son gotas de lluvia.
Hoy por hoy no tengo nada por qué vivir, pero como no he conseguido nada por qué morirme, me quedo acá donde estoy… imaginándome la vida de esos rockeros mal nacidos.

Si sigo escuchado Una Canción para Mi Muerte, me estallarán los oídos.

Hoy no quiero decir o aceptar que te necesito, pero sí lo hago.
Mierda, a veces uno sí necesita a alguien que te diga que te quiere así sea de mentiras… en ésta ocasión haré de cuenta que me lo dice el cielo con su lluviecita tímida y su solecito pálido, pero quiero que mañana seas vos quien me lo diga.

Te entiendo, esto de estar solo no es bueno.

No pretendo ser ninguna carga si es lo que te inquieta, yo me sacrifico para cargarte a vos; tampoco pretendo ser ningún payaso irritante que te saque sonrisas pendejas. No quiero ser músico que haga música para tus oídos, no quiero ser escritor que escriba ensayos para tus días ni fotógrafo que fotografíe flores para vos.
No lo pretendo, solo fluye y no lo detengo, solo lo hago y ya.

“Te suplico que me avises si me vienes a buscar, no es que te tenga miedo, solo me quiero arreglar”.

domingo, 4 de julio de 2010

Colorín Colorado Éste Cuento Ha Comenzado.

La calle estaba atestada de gente, de esa gente underground que uno solo ve cuando están tirando vicio en cualquier esquina mal habida. Yo soy sano, pero me siento como en confianza, no importa la edad o el color de piel, lo que importa es que ayude a rascar si quiere que le rote más tarde el pasto sin pepas.

Anoche fue una de las mejores noches de mi vida así no hubiera logrado mi cometido principal por el miedo que creo ya es fobia a tomar la iniciativa… tanto que aún hoy, después de tantas horas de sueño, fútbol, música y rascar sigo con la piel de gallina al pensar en todo lo que ella es capaz de despertar en mí con solo una sonrisita de esas taimas.
Mierda, ese vestido le quedaba muy bien.

Hoy veo a todas las nenas iguales a ella, así casi que de porcelana pero con un pasado tan denso que me da miedo preguntar…
Esa nena me empezó a gustar de verdad, ya me importa de verdad y ya las veo a todas como a ella… la calle está atestada de distintas versiones de mi nena unknown, porque así la conozca ya de algún tiempo, siempre sorprende con algo.

No hay por qué pensar más en eso, ya me cambió tanto la forma de ver el mundo que mi cama ya no huele a lunes por la tarde sino a moscatel con cemento mojado y un poco de colorín colorado éste cuento ha comenzado… hay que concentrarse en rascarla bien, en dejar de ver a todas como porcelanas psicodélicas y en intentar otro acercamiento solo para que su soledad sea de dos.

domingo, 27 de junio de 2010

Bitácora de Exilio. Junio 28.

"Hoy es el día de las despedidas, día donde todo el mundo me encomienda a Dios para el viaje y para la vida... día donde toca ser creyente para ver si me trae algo de suerte y me devuelvo a mi tierrita completo y vivo, día de hipocresía metódica hasta que se vuelva por convicción.

Así, entre calle y calle iba hablando con mi viejo, recordando aquellos tiempos de balones y permisos para salir hasta las diez... ibamos hablando de todo eso que un padre debe hablar con su hijo, de que es mejor que use condón, que no fume, que no me emborrache mucho, que la marihuana es mala, que si quiero vivir bueno estudie ingeniería mecánica... toda esa mierda que estoy cansado de escuchar, pero que como viene de papá me agrada.
Lástima que no quiera estudiar mecánica y que de vez en cuando me gusta fumar pasto sin pepas. Bueno, yo le hago caso con lo del condón por lo menos.

Entre las historias de mi viejo y la bulla por el día del padre llegamos a esa calle donde fuí feliz, esa casa a la que ya no puedo entrar pero donde mi niñez fue tal vez la más maravillosa... donde el garaje hacía las veces de cancha de fútbol, donde el jardín era el mejor consejero, donde aquel muro era mi único amigo... el que me conoce los amores y los odios que podía tener un renacuajo de menos de una década.
Ver la casa de las Ariza me puso los pelos de punta, me temblaron las rodillas, se me aguaron los ojos.
Menos mal todo está igual, Don Gilberto todavía dando lidia, Camila la niña a la que siempre le tuve ganas sigue bonita...

¡Ay ciudad bonita! Ciudad de mierda cuanto te quiero y cuanto te extrañé, cuán feliz me hacés y cuanta falta me harás."

viernes, 25 de junio de 2010

Bitácora de Exilio. Junio 25

"Hoy fue un día tan extraño que aún me es complicado digerirlo del todo sin que me cause agrieras.
hasta bien entrada la tarde todo estuvo tan monótono que me pareció algo así como un deja vú muy largo.

Salí a caminar con el perro de nosequién para llevarlo a una veterinaria porque él era un perro enfermo de vanidad y delicadeza alcahueteada.
Llegué, entregué al animal y me senté en la recepción para esperar a que lo pusieran como un peluche de esos de la tienda de los sueños.
Aturdido por el calor que hacía, salí a la calle en un intento fallido de refrescarme un poco... entonces de la nada apareció una veterinaria, me ofreció agua y se sentó a hablar conmigo. Me dijo que se llamaba Ana María pero que le gustaba que le dijeran Anita; y era de esas que encajan perfecto en mi prototipo de mujer perfecta, con el agregado de tener pequitas regadas en todo su cuerpo, además que dejaba un hilo de paz por donde caminaba, de esos que hacen florecer las plantas marchitas.
Quién lo diría, amor a primera vista.
Lástima que esté casada y que me lleve trece años.

Luego, después de salir y ya el doble de aturdido por el amor típico adolescente, llego a casa y llaman a la puerta, es un policía que me dice que papá me está esperando en un carro que estaba allí al otro lado de la avenida escoltado...
Me monté medio asustado y sin percatarme de quién estaba al lado mío. Cuando volteé me di cuenta de qué significa ser un snob: estama al lado del Gobernador.

Después de una comida llena de vinos extravagantes y música de Strauss, salí con mi viejo a comprar unas pastillas para la migraña causada por el calor del día o por el calor de anita.
Me sentía la persona más miserable del planeta entero.
Nos topamos con el Hospital Chicamocha (Vaya nombre), y mientras papá compraba las pastillas, vi una escena que me sacó lágrimas. Un tipo salió del hospital acompañado por su pareja gritando... su alma moría y eso notaba a leguas.
Se sentó en la calle y vomitó dolor puro con un par de arroces.
¿Cuanto dolerá perder para siempre a alguún ser querido?
Ah, hoy no importa mucho, he caído demasiado bajo para pensar en eso: soy un snob y me tragué de una imposible. Gracias a Dios en menos de una semana se me pasan esas cosas tan someras".

jueves, 24 de junio de 2010

Bitácora de Exilio. Junio 24.

Hoy volví a estar en las nubes, pero esta vez fue caminando en medio de ellas, sintiendo como ese aroma a mora y café me calmaban un poco el frío de aquella altura a la que no estoy acostumbrado.
Acá en medio de las nubes la gente es feliz, y no les importa más que si hay sopa de maíz para el almuerzo...
Acá no pasa el tiempo ni importa la hora, aca lo que importa es que el frío de la madrugada no dañe el cultivo...
Acá hay demasiada paz.

Acá es un sitio para buscar respuestas, más cerca del cielo, más cerca de Dios, las nubes son buenas consejeras, saben lo que dicen con el silbar de sus soplos, saben callar para apreciar esos silencios absolutos que tanto me hacían falta.

Acá me siento como Dios, así, sin preocupaciones... ¿O tendrá Dios angustias?
Mierda, acá viviré algún día... sin que nadie me joda por lo que hice o lo que dejé de hacer.

Luego, otra vez a la tediosa ciudad. Cuando me muera, quiero sentarme en una nube para sentirme como un Dios, si a él no le molesta.

martes, 22 de junio de 2010

Bitácora de Exilio. Junio 22.

"Ya los días pasan de largo y las noches se hacen eternas, no hay mucho más por decir.
2am, otra vez el orgasmo de la nena de al lado, el semáforo en rojo titilando en la esquina, la vecina de enfrente mirando con tristeza por la ventana, la alarma que no ha parado de sonar...

Que típico.

La cuestión es que me acostumbré, y el agravante radica en que no quiero hacer mucho para cambiar eso, el tedio me puede.

Mejor irme a dormir y soñar con ella, mientras por afuera pasan los aviones.
Que típico.
Menos mal mañana será un nuevo día, o eso espero... ojalá no se parezca tanto a hoy, ni a ayer.
Ojalá esta calle amaneciera pintada, pero eso sería pedirle mucho a la vida; me basta con que haga menos sol y con que apaguen la alarma".

sábado, 19 de junio de 2010

Bitácora de Exilio. Junio 20.

"Ya entiendo por qué son famosos los parques de acá... hay mas parques que centros comerciales, cosa que ayuda si lo que quieres es volver a lo simple, a lo íntimo, a lo cierto, a lo que vale la pena, a lo que no se compra. Los hay de todos los colores, olores y sabores; hay parques para enamorarse, para pelear como perros, para que meen los borrachos, para los que les gusta meterle la mano a los panties de la novia, para fumar, para inyectar, para oler, para casarse, para recojer flores, para ver los días pasar, para matarse, para morirse, para quien se quiere sentir más vivio y para escaparle a la vida un ratito.

Sábado en la noche, acabo de salir de aquel café con el que me topé donde ponen música sabrosa; otra vez al mundo real, al mundo tan estridente como típico... ¿Acaso en todas las ciudades es igual la noche del sábado?
Luego, llego a un parque en medio de un montón de edificios de esos de los que tienen plata hasta para limpiarse la nalga; yo estoy atónito de la inmensidad y la oscuridad, de la soledad y la paz que allí se siente en el aire que apenas sopla parando dos o tres pelos la cabeza y erizandome los brazos. Acá fue, acá será mi sábado en la noche.

Una observación más detallada y noto un par de personajes en medio del lugar, o bueno, tres, dos ellos y una ella. Yo, como buen desconfiado de quien no conozco, me evito acercamientos incómodos y me hago a una banca aparte y relativamente alejada de ellos y me pongo a pensar un poco sobre todo. Pasados diez minutos, se acerca ella y me invita a sentarme con ellos. "Es que pensar no siempre es bueno" dijo. Fui, con ellos bebí moscatel de ese barato, luego un par de plones y ya eramos amigos. Después empezaron con drogas más pesadas, pero no quise, yo soy demasiado gallina para esas cosas y la verdad prefiero vivir con la curiosidad.
Fuimos a comprar más licor, pero nadie nos vendía... hoy había prohibición, puta ley seca... ese moscatel sabía rico, ilegal sabe mejor.
Esos plones estuvieron ricos, ilegal sabe mejor.
Ese parque estaba perfecto, acompañado sabe mejor.
Mierda, ya tengo tres amigos, mis tres únicos amigos... ilegal y acompañado sabe mejor."

miércoles, 16 de junio de 2010

Bitácora de Exilio. Junio 17.

Mi nuevo deporte es asomarme a la calle para ver la gente pasar con su afán de nosequé, como corriéndole al fantasma de la soledad o de la vejez; es gracioso verlos pasar la calle, medio creídos y medio idos, atontados y pálidos cuando se dan cuenta que alguien los está mirando desde arriba, como con pena, como con pudor.

Yo no soy el único que se asoma... somos varios, solo que soy el más constante, el más desocupado, el más extrañado con ésta parcela de nadie, el más criticón, el más turista.
Pasa la gente, pasan los carros, pasa el dealer, pasa el loco, pasa el perro de tres patas y una rueda chueca, el carro de la basura y la patrulla de la policía. Pasa el sol de lado a lado, pasan las nubes, pasan las estrellas estéticas, y entre ellas pasás vos.
¡Uh! Otra vez vos...
Dejáme decirte que te amo, así no sea cierto aún... solo para acostumbrarme a decirlo más a menudo.

Nena unknown, vos y yo sabemos que algún día te lo diré de verdad; pero hoy no, hoy sólo amo ésta ventana, ésta pequeña soledad compartida con mis compañeras de chisme callejero, éste olor a flores muertas y ésta sensación de que todo va a estar bien que me producen las nubes.
¡Uh! Otra vez vos y mi corazón podrido de latir.

martes, 15 de junio de 2010

Bitácora de Exilio. Junio 15.

"Por fin decidí salir de éste encierro, afuera hace sol y me puedo despejar un poco antes de ahorcarme con una soledad casi que autoimpuesta. En mi billetera solo hay dos billetes y un papel donde está escrita la dirección de una vieja amiga que seguramente se va a alegrar al verme; recuerdo bien lo que decía el la notita: La Quebradaseca con 15. ¿Quién en sano juicio llama a una avenida así?

Era un edficio nuevo, de esos que tienen vidrios polarizados y un lobby con arte moderno, algo que definitivamente resaltaba entre toda esa pinta de pueblo típica de acá.
Me hago anunciar, pero el portero me dijo que ella se había muerto, que se suicidó después de fumar su típica cajetilla de Boston hace tres meses.
Murió al amanecer, se tiró por el balcón. Llevaba en su mano un periódico envuelto en un trapo negro... ella murió feliz.

Entonces doy media vuelta y miro por última vez el rostro algo afectado del vigilante, luego a pasos cortos y lentos me marcho pensando en ella. Si murió feliz, ¿Por qué estar triste?

Hay que hacerle un homenaje, un tributo para agradecerle todo lo que me enseñó sobre como vivir y como irse matando sin dolor; entonces compré con las últimas monedas que me quedaban sus amados Boston y los quemé uno a uno mientras iba caminando sin meterlos en mi boca.
Que La Quebradaseca huela más a ella. Y que cuando yo me muera, me reciba ella en el cielo con su olor."

lunes, 14 de junio de 2010

Bitácora de Exilio. Junio 14.

"Éste cuarto en el downtown es increíblemente irritante. Es pequeño, la pintura se cae a pedazos, el baño está manchado con fluídos amarillos de dudosa procedencia, las cucarachas abundan y las paredes o son muy delgadas o a la nena de al lado le dan muy duro... o tal vez tenga muchos pulmones.
Acá siempre huele a pegamento para zapatos, a guayabo, a cirrosis, a delirium tremens, a fluidos estancados, a smog, a los gritos del loco de la esquina, a los negocios no lícitos del dealer, al orgasmo de la afortunada de al lado, al sudor, a flores ya marchitas, huele a pueblo.

Yo me siento en el borde de la cama y me digo mierda que día tan para olvidar, italia va perdiendo, no hay agua, el lirio que compré está cada vez más marchito y ya me acabé el libro que estaba leyendo... entonces me acuesto otra vez a pensar en ella porque no hay nada más para hacer. Sus ojos, su cabello como castaño o rojizo, su sonrisa, su espalda... mierda, estoy como hablando de más, ni que nos hubieramos dado un piquito siquiera de curiosidad.
Así, divagando entre pensamientos aleatorios de la vida, la vida de ella, la vida mía y la del que va dentro de la ambulancia me quedo dormido ahí, en la 27 con 33."

sábado, 12 de junio de 2010

Bitácora de Exilio. Junio 12.

"Ésta mañana estuve más alto que las nubes y me siento casi que bajo tierra; que no se note, leí uno de esos libros para gente tonta de Pablo Cohelo.
En el aeropuerto no había nadie esperándome y fui caminando por una ciudad desconocida buscando la casa donde iba a dormir. Me topé con una floristería y compré un par de claveles rojos con un lirio para hacer de esa habitación algo más mio. Llegué, fumé, me bañé y dormí toda la tarde porque las tardes azules son para eso, para dormir mientras los carros me arrullan.
Me desperté ya muy entrada la noche, estaba lloviendo. Me levanté y después de haberle regado cerveza encima quemé mi pasado, ahora sí está bien muerto... deberías hacer lo mismo."

miércoles, 2 de junio de 2010

Andantes Reambulantes

Hay quienes ríen y quienes rezan
Quienes olvidan y quienes lloran…
Quien besa, quien versa, quien rima y quien trova.
Hay quienes caminan y quienes corren
Quienes vuelan, quienes nadan…
Quienes se arrastran, quienes se esconden, quienes se arriesgan y quienes ganan
Hay quienes hablan y quienes gritan
Quien susurra y quien barbulla
Quien vomita, quien habla de más, quien habla lo justo y quien calla.
Hay quienes miran hacia el cielo y extienden sus brazos
Quienes están cabizbajos
Quien mira al suelo, quien mira a los ojos, quien no es capaz y quien no quiere mirar.
Hay quienes anhelan, quienes recuerdan
Quienes se dedican a vivir, a quienes no les importa
Quien vuelve al pasado y a quienes el pasado les pesa.

Hay quienes lo huelen y quienes lo toman
Quien lo fuma y quien se lo inyecta
Quien se lo mete por el ojo, por la boca, por la nariz, por quién sabe donde.
Hay quienes se preguntan y quienes se responden
Quien se indaga, quien se escarba
Quien se embriaga, quien no encuentra y quien por eso se mata
Hay quien quiere querer, quien quiere sin querer
Quien quiere queriendo sin querer y quien quiere sin querer queriendo
Quien se obliga a querer querer y quien se mata porque no lo quieren.

Hay quienes tocan un piano sin teclas y una guitarra sin cuerdas
Quien toca el trombón sin trombón,
Quien hace música con una vasija, con una caja, con la mirada, con frases monosílabas
Hay quien toma cerveza y quien toma champaña
Quien toma shots y quien los derrama
Quien los mezcla, quien toma vino blanco, vino tinto y quien sólo se toma un tintico.
Y ahí, entre quienes están y quienes no saben si están
Estas vos, estoy yo, andantes reambulantes…
Intentando encontrar lo que no se debe buscar, tentando al destino, adelantando el tiempo para devolverlo y no perderlo,
Cambiando el mundo, cambiando mi mundo y cambiando tu mundo sin siquiera cambiarnos todavía.

miércoles, 19 de mayo de 2010

El Mejor Secreto No Contado

Seamos el secreto no contado,
Caminemos con contactos tímidos de nuestras manos mientras las sonrisas brotan;
La noche que nos esconde siendo testigo alcahueta está de acuerdo
Hagamos de éstas calles una fiesta.

No entremos al teatro, no hace falta, el arte está es acá afuera
No hace falta más que un par de murmullos, un tema, una confesión,
Un abrazo, una miradita tímida, un parque, un sorbito de alcohol,
Una confianza, un atrevido, un besito y una miradita delicadita.

Hacéme ése favor, mirá que llevo letargo muchas noches
Mirá que éste efecto narcótico no es normal en mí,
Ésta obsesión de mirarte la cara, de pensar poemas para decirte entredientes
Mirá que hasta en mis sueños vos estás ahí.

Te he soñado y esperado, encontrado, topado por mero juego de aleatorios,
Ahora dejá que éste soberano boludo te lleve a casa y te confíe sus más oscuras pesadillas,
Dejá que te llame por mil apodos y te pinte ese éter en blanco y negro tan melancólico como esperanzador,
Dejá que te tome fotografías con un lapicero en una hoja a rayas
Y hagámos a éste secreto no contado, el mejor secreto no contado.

viernes, 14 de mayo de 2010

Deshojarte

Los pájaros hacían música mientras ella deshojaba margaritas
Era una tarde mágica, llena de fantasías;
Un árbol, un mantel, un libro y una desconocida
Una unknown, como la artista más versátil y misteriosa.
Dale nena, te podés quedar con el atardecer
Que yo me quedo con vos.

Me he quedado esperando a otras, pero a vos no
Nena unknown, vos sos la excepción
No sos la típica armonía en do mayor,
Sos algo mejor
¿Qué sos? No sé, respondéme vos
Tal vez sea mejor que sigás deshojando margaritas
Mientras yo voy deshojándote a vos.

No me importa tu pasado,
Tampoco preguntés por el mío porque no tengo;
Lo que me importa es lo que el pasado con vos hizo.
No me importa si fue Londres o París, Baires o Medellín,
La ciencia o la politología
Lo que me importa es ésta conversación, ésta canción, éste anis.

Dale, seguí sacándome sonrisitas tácitamente
Mientras yo te regalo palabras en ramillete
Para que así, cuando estés en las calles de Londres o París
Te acordés del libro, el árbol y de mí,
De las margaritas que solías deshojar mientras yo te deshojaba a vos
Del atardecer con el que te quedaste,
Y de que yo me quedé con vos.