sábado, 12 de junio de 2010

Bitácora de Exilio. Junio 12.

"Ésta mañana estuve más alto que las nubes y me siento casi que bajo tierra; que no se note, leí uno de esos libros para gente tonta de Pablo Cohelo.
En el aeropuerto no había nadie esperándome y fui caminando por una ciudad desconocida buscando la casa donde iba a dormir. Me topé con una floristería y compré un par de claveles rojos con un lirio para hacer de esa habitación algo más mio. Llegué, fumé, me bañé y dormí toda la tarde porque las tardes azules son para eso, para dormir mientras los carros me arrullan.
Me desperté ya muy entrada la noche, estaba lloviendo. Me levanté y después de haberle regado cerveza encima quemé mi pasado, ahora sí está bien muerto... deberías hacer lo mismo."

No hay comentarios:

Publicar un comentario