viernes, 16 de marzo de 2012

Pendientes

Esta tos tan tísica me va a matar,
tiemblo,
doy arcadas,
pasos en falso,
aliento a perro,
sabor a anís.
No sé cómo decirle a mis manos que se calmen,
o que salgan de mis bolsillos,
ni sé cómo decirle a mis pies que se queden quietos
a mis ojos que se queden secos,
a mi sonrisa que se agrande,
mi piel que se espere,
mi corazón que se ablande,
mi voz que se apropie
mis palabras que se piensen,
mi lápiz que pare,
mi papel que crezca,
mi vida que viva.

Que viva la vida,
que la sombra no es sombra,
que la sombra es luz
y que nada me perturba,
que el mar ahí está,
a la vuelta de la esquina.

No sé cómo decirme en ti,
ni decirte en mi,
o si acaso hay algo que haya que decir.


O si sea yo finalmente el que tenga que decir

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