jueves, 12 de enero de 2012

Se llama soledad y está sola.

Los noticiarios se olvidaron
de lo que realmente es importante;
las risas por sirenas
y los logros deportivos
por un montón de números muertos en Vietnam
Irán
y Afganistán.

¡Dejémonos de prendas
y vámonos a los cueros!
A la casa de los abuelos,
a las bicicletas rojas,
las cámaras de rollo
y los soles sin cortinas.
Que los perros no ladren
sino que digan,
que no importen las sábanas
que ellas no juegan
y que el mejor paisaje sea
un camino de ropa
deshojada
deshojados...


¡Y que la soledad sea la única que se quede sola!

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